Donald Trump y la Inseguridad Global

¿Quién es Donald Trump?

Donald Trump nació el 14 de junio de 1946 en Nueva York, EEUU, el pasado 20 de enero fue elegido presidente de los Estados Unidos de América, y para ser exactos, es el presidente número 45 en la historia de ese país.

Su elección fue fruto de una campaña electoral profundamente mediática y que es recordada por sus salidas de tono en referencia a los mejicanos, a las mujeres, a los ciudadanos árabes o musulmanes, a sus amigos y aliados de la OTAN, y un número incontable de colectivos u organizaciones que discrepan con él.

El señor Trump es un empresario estadounidense, el 113 más rico de los Estados Unidos según la revista Forbes. Criado en el flamante barrio de Queens en Nueva York, se educó en la Academia Militar de Nueva York, posteriormente se graduó en Economía y Antropología en la Universidad de Pensilvania.

Después de graduarse, entró a trabajar en la empresa familiar, que llego a controlar, y que a día de hoy sigue controlando, dedicándose básicamente a proyectos inmobiliarios y de construcción.

A nivel político, el Sr. Trump ha sido un donante generoso tanto del Partido Demócrata como del Republicano, aunque es a partir del 16 de junio del 2015 cuando elige la plataforma del Partido Republicano anunciando su candidatura a las primarias de la organización.

Utilizando las redes sociales de una manera asombrosa y prácticamente única en la historia del país, consigue la nominación a la casa blanca en representación del Partido Republicano.

El 8 de noviembre gana sorprendentemente a la todopoderosa Hilary Clinton y el 20 de enero, toma posesión del cargo como nuevo presidente de la nación más poderosa del “mundo libre”, los Estados Unidos de América.

Política Exterior: Nivel Principiante I (China)

Donald Trump se estrenó en el cargo haciendo una llamada telefónica a una líder de un país asiático. Hasta aquí todo perfecto y normal, si no fuera, porque la persona que estaba al otro lado del teléfono era la Sra. Tsai Ing-wen, presidenta de la República de China, país conocido popularmente con el nombre de Taiwán.

La isla de Taiwán es fruto de la guerra civil China que se inició en 1927, entre las facciones del Partido Nacionalista de China y el Partido Comunista de China, con victoria de estos últimos, provocando el exilio de los militantes nacionalistas, que se refugiaron en la isla de Taiwán.

A partir de ese momento nacieron dos maneras de ver China, uno a nivel político e ideológico, otro, a nivel geográfico.

Taiwán se caracteriza por ser una democracia participativa como la de los países occidentales, además tiene una economía liberalizada muy consolidada, este hecho contrasta con el modelo político y social de la China, sin democracia y con un sistema económico que combina lo mejor y lo peor del comunismo y del capitalismo.

La isla de Taiwán está reconocida por aproximadamente 26 países de la ONU, pero esta lista se reduce de manera continuada, año tras año, por las presiones de la República Popular de China.

El gobierno y la opinión publica de China se ha tomado este primer contacto en muchas décadas entre los EEUU y Taiwán, como el fin de la aceptación de la doctrina de “una sola china”, doctrina que defienden por diferentes razones tanto la República Popular de China como la República de China o Taiwán.

Es decir, el señor Trump, sin buscar ninguna confrontación, ya “metió la pata” a los pocos días de ser presidente, creando un malestar (de momento sin consecuencias prácticas) en China.

¿No tiene asesores en política exterior Donald Trump?

Política Exterior: Nivel Principiante II (OTAN, la Unión Europea y Rusia)

Donald Trump es un “revolucionario”, una de esas personas que quieren el poder para cambiarlo todo, para bien o para mal, aquellos que tenemos pasión por la política, tenemos la diversión asegurada y como la gestión de la seguridad, también, en su justa medida, depende mucho de la política que se aplique en cada momento, los profesionales que trabajamos en el sector de la seguridad, privada o pública, también la tenemos asegurada, en mi caso particular, diversión por partida doble.

En la campaña electoral, el señor Trump lanzó dardos a las políticas de seguridad de los países europeos y en particular a las de los países bálticos, amenazados por las continuas anexiones, sobre todo en los últimos años, efectuadas por Rusia.

La administración Trump exige una subida de la inversión en defensa a sus aliados europeos y lo hace según él, con razón. En el año 2014 se pactó en el seno de la OTAN una inversión en seguridad y defensa equivalente al 2% del PIB de cada uno de los países que forman la “alianza atlántica”, pero muchos de los socios no están cumpliendo.

Debo puntualizar que, en la cumbre de Newport, efectuada en el Reino Unido, se pactó esta medida con carácter progresivo, aumentando la inversión poco a poco, hasta conseguir el 2% en el horizonte del año 2024 y sin ser una medida obligatoria.

Des de su llegada al poder han sido diversos los avisos emitidos por la Casa Blanca al respecto, exigen un mayor compromiso de los aliados y una redefinición de los planes de la OTAN. El futuro de la OTAN está en juego tal y como la conocemos ahora.

Parece ser que a la administración Trump no le gusta el liderazgo que históricamente han tenido los americanos en esta organización, ahora Trump quiere cambiar las reglas del juego de la OTAN y si lo consigue, quizá cambie la correlación de fuerzas existentes entre las principales potencias militares del mundo.

Es aquí donde debemos preguntarnos, ¿qué devenir le espera a esta organización? y ¿cuál es su papel en el mundo?

¿Quién es quién en el gobierno de Donald Trump? Desde una óptica de seguridad y defensa

Donald Trump ha elegido para ocupar los cargos relacionados con la seguridad y la defensa de la nación norteamericana a un grupo de personas próximas a sus ideas conservadoras, con pasado militar y con experiencia en algunos casos en la propia administración, sus perfiles nos indican como de dura van a ser las decisiones que la administración Trump tomará hasta como mínimo el año 2020.

Estos son los hombres de Donald Trump:

  • Rex Tillerson, como Secretario de Estado.

Aunque no es un cargo relevante en las tareas de defensa, lo incluyo en la lista por las informaciones que asocian a este personaje con Rusia.

Expresidente de la todo poderosa petrolera Exxon Mobile.

Mantiene una excelente relación con Vladimir Putin, presidente de Rusia y de Igor Sechin, miembro destacado del Kremlin.

  • James Mattis, como Secretario de Defensa.

General retirado del ejército norteamericano apodado “Perro Loco”.

Autor de la “celebre” frase dirigida a los marines de la guerra de Irak: “Sé cortés, sé profesional, pero ten un plan para matar a todos los que conozcas”.

Considera a la República Islámica de Irán como una amenaza mayor que la del Estado Islámico o Al Qaeda, acusándolo de ser “mayor patrocinador del terrorismo en el mundo”.

  • John Kelly, como Secretario de Seguridad Nacional.

Ex marine, considerado un experto en Latinoamérica, en donde trabajó contra el narcotráfico y la inmigración ilegal.

Estaba a favor de utilizar técnicas de tortura como la alimentación forzada de los prisioneros.

Está en contra de que las mujeres sirvan en las Fuerzas Armadas.

  • Mike Pompeo, como Director de la CIA.

Ultraconservador, próximo a las tesis del Tea Party.

Defensor de los programas de espionaje masivo destapados por Edward Snowden, del que cree, “debería de ser juzgado y condenado a muerte por poner en peligro amigos míos y suyos, que hoy sirven en el ejército”.

Inseguridad Global

Donald Trump ha tensado la cuerda con China, ha puesto en alerta a sus aliados europeos, ha sufrido las mayores manifestaciones en contra de un presidente de los Estados Unidos que se recuerdan desde George W. Bush, ha provocado el caos en los aeropuertos estadounidenses con la aprobación del perturbador decreto que prohibía la entrada de cualquier refugiado sirio, también prohibía la entrada durante los próximos 90 días de los ciudadanos con pasaporte de Siria, Irán, Sudán, Libia, Somalia, Yemen e Irak, decreto posteriormente paralizado por diversos jueces federales, provocando su crítica sobre la “politización del sistema judicial americano”, ha apoyado los asentamientos de colonos israelís en Cisjordania, ha mostrado el rechazo a la creación de un estado Palestino, ha visto como dimitía su asesor en seguridad nacional, Michael Flynn, por violar presuntamente la ley Logan, y todo esto en un periodo aproximado de un mes.

Es muy evidente que el mundo se enfrenta a un cambio radical de las políticas de seguridad y defensa, así como las de política exterior, que no tienen nada que ver con las practicadas por Obama, creo que durante los próximos años vamos a presenciar un aumento considerable de las tensiones en Oriente Próximo fruto de las nuevas ideas que surgen de la Casa Blanca, las declaraciones con tintes racistas de muchos de los colaboradores de Trump, así como las amenazas hacia países que hasta el momento eran marginales en el tablero de la geopolítica mundial.

Entre todas estas novedades, surge la disyuntiva de Rusia. Más allá de los escándalos en las elecciones americanas sobre los hackers rusos, ¿es posible una nueva relación entre las dos naciones? ¿O simplemente es todo fruto del juego de ajedrez en el que estamos inmersos desde tiempos inmemorables?

Sea cual sea la respuesta, hay una cosa clara, hoy todo es más oscuro que ayer.

Las opiniones vertidas en este artículo no siguen necesariamente la filosofía de Aucal Business School, pero si el derecho a la libre expresión por parte de nuestro autor.
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3s comentarios

  1. El problema de Trump no son las medidas que vaya a tomar, la mayoría acertadas y desde luego todas ellas legitimadas desde un punto de vista democrático. Ya veremos si esas medidas son legales o no lo que en EE.UU parece que tiene mejor solución que en, por ejemplo, España (la magnífica Europa) donde la Generalidad catalana lleva años actuando de forma ilegal sin que los tribunales resuelvan nada útil y mucho menos ejecuten sus resoluciones.
    El problema de Trump es que se enfrenta a los designios de la progresía global lo que dará lugar a una oposición brutal que posiblemente termine por hacer imposible un Gobierno estable en EE.UU. Prueba de ello son artículos como el que comento que aparecen incluso en revistas, en principio sin posicionamiento político, como ésta sobre seguridad. ¿Aparecerá alguno favorable a Trump o se dirá que en revistas de ámbito profesional no hay que hablar de política? Yo me ofrezco a explicar cuanto de bueno hay en Donald Trump.

    1. Muchas gracias Eduardo por tu comentario y eres bienvenido si quieres entregarnos una opinión más detallada al respecto. Esperamos tenerte por aquí luego. Te enviamos un abrazo.

    2. Hola Sr. Arias,

      En primer lugar, gracias por comentar mi artículo y expresar su opinión al respecto.

      Aunque, en este apartado, no estaremos de acuerdo, le animo e invito, ha ponerse en contacto con mis compañeros de Aucal para escribir una replica sobre Trump y sus políticas.

      Saludos.

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