Tráfico de personas

Tráfico y trata de personas: Lucrativos negocios de la economía sumergida

La OIT asocia la trata de personas a auténticas formas de esclavitud moderna. Y las cifras de sus estimaciones son realmente inquietantes. Calculan que cerca de 40 millones de personas han sido sometidas a alguna forma de esclavitud moderna. Estadísticamente, esto significa que, a nivel mundial, hay 5,4 víctimas de la esclavitud moderna cada 1.000 personas. Y la cifra que más impacta: 1 de cada 4 víctimas de la esclavitud moderna son niños.

Las oscuras ganancias de la economía sumergida

Durante los últimos años se ha popularizado el concepto “economía sumergida” -también llamada economía oscura- para referirse al conjunto de actividades lucrativas que se desarrollan fuera de la mirada de las administraciones estatales. En este intersticio de la economía convergen desde la economía informal hasta actividades derechamente ilegales. Tráfico de drogas y prostitución son, quizás, los exponentes más visibles y polémicos de este circuito económico que opera en estas zonas opacas de una sociedad global que, a ratos, presume de su transparencia.

El circuito de la economía sumergida, cabe señalar, es bastante exitoso en cuanto a los beneficios que reporta a sus controladores. La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) estima que la economía sumergida, particularmente la que es administrada por el crimen organizado, sumaría beneficios anuales que rondan los US$2 billones, es decir el equivalente a un 3,6% de todo lo que se produce y consume en el mundo en un año. A escala global, el narcotráfico por si solo obtendría ganancias de US$320.000 millones y, la prostitución, obtendría utilidades de US$110.678 millones. Por supuesto, por la opacidad de las actividades, se trata de estimaciones que fácilmente pueden ascender a cifras mucho mayores.

Ahora bien, dependiendo de la legislación de cada Estado, ciertas actividades de la economía sumergida gozan de mayor o menor control y hasta legitimidad social. Por ejemplo, actualmente, en varios países existen iniciativas que buscan legalizar algunas drogas o aspiran a regular en alguna medida el comercio sexual. Sin embargo, existe una actividad sumergida de la que se discute mucho menos, pero que se encuentra estrechamente ligada a las dos mencionadas. Nos referimos al tráfico y a la trata de personas.

Para avanzar, pasaremos a definir en detalle cada uno de estos conceptos.

Distinguiendo entre tráfico y trata de personas

Cuando hablamos de tráfico ilícito de personas nos referimos a la actividad en la que contrabandistas, previo pago en dinero, especies u otro beneficio material, prometen a sus “clientes” facilitarles la entrada ilegal, vale decir, sin la documentación necesaria, al territorio de un Estado Parte. Los migrantes, en total indefensión, quedan en manos de los traficantes que, en muchas ocasiones, no cumplen con el “servicio” ofertado, dejando a sus clientes abandonados a su suerte. En esta condición, los migrantes ilegales quedan expuestos al abuso, la explotación y, en no pocos casos, a las condiciones climáticas extremas de zonas fronterizas, llegando a encontrar la muerte.

Un detalle importante a precisar es que, desde un punto de vista jurídico, aunque a primera vista resulte paradójico, las primeras víctimas de esta actividad ilegal son los Estados Partes que ven vulneradas sus fronteras. ONU Migración, señala que, en rigor, los migrantes que pagan por este servicio a los traficantes no serían víctimas del tráfico en sí mismo, sino que de los abusos que eventualmente se producen en el contexto del tráfico.

El segundo concepto es el de trata de personas. Comúnmente asociado -en la realidad concreta y como noción- al tráfico de personas, la trata se diferencia del tráfico porque no persigue solamente el ingreso de manera ilegal de personas a un Estado Parte, sino que tiene por objetivo final la explotación de las personas. En el proceso de captación de las personas, específicamente en su traslado al lugar de explotación, puede incluir el tráfico ilícito como primera etapa. No obstante, el elemento que configura la trata de personas es, según la UNODC, la obligación que encuentra la víctima a ejercer actividades lucrativas “Mediante amenaza, uso de fuerza u otras formas de coacción, rapto, fraude, engaño, abuso de poder o una situación de vulnerabilidad (…) o recepción de (…) beneficios para obtener consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra”.

 

Entre las actividades lucrativas a las que se ven obligadas las personas que son víctimas de trata, cerca de un 80% corresponde a explotación sexual, el otro 20% corresponde mayormente a trabajos forzosos u otras formas de explotación en los ámbitos doméstico, agrícola, industrial, construcción, etc.

Sin minimizar la gravedad de cualquier forma de explotación, sin duda la manifestación más extrema y brutal de la misma, es la explotación sexual. Esta forma de explotación golpea sobre todo a mujeres que representan, según la UNODC, cerca del 65% de las víctimas. Aunque, según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las mujeres y niñas podrían alcanzar el 99% de las víctimas.

¿Cómo opera la trata de personas con fines de explotación sexual?

Las mujeres suelen ser engañadas con falsas ofertas de empleo, gran parte de las veces en el extranjero. Una vez fuera de sus países de origen, se les sustraen sus pasaportes y, en total dependencia y vulnerabilidad, son sometidas a chantajes; se les droga, se les priva de su libertad y se les somete a permanente violencia física y sexual con fines de lucro para los tratantes.

A estas dramáticas cifras de explotación sexual, les siguen las niñas y niños que suponen un 20% del total de las víctimas de trata de personas. Ellas y ellos, también son sometidos al comercio sexual. Pero, además, suelen ser utilizados para la producción de pornografía infantil y para la mendicidad forzosa.

Las cifras de víctimas varones, en tanto, aunque parecen estadísticamente poco significativas, pueden estar subestimadas, debido a que la preocupación de las autoridades a nivel mundial se ha tendido a centrar sobre todo en la explotación sexual que afecta mayoritariamente a mujeres, niñas y niños. Pero en esta franja algo invisibilizada no solo existe la explotación sexual y la mendicidad forzosa, sino que también se representa un número importante de las cifras de trabajo forzado y, en el caso de los varones menores de edad, es preocupante su uso como niños soldados en conflictos bélicos.

De la trata de personas a la esclavitud moderna

La OIT asocia la trata de personas a auténticas formas de esclavitud moderna. Y las cifras de sus estimaciones son realmente inquietantes. Calculan que cerca de 40 millones de personas han sido sometidas a alguna forma de esclavitud moderna. Estadísticamente, esto significa que, a nivel mundial, hay 5,4 víctimas de la esclavitud moderna cada 1.000 personas. Y la cifra que más impacta: 1 de cada 4 víctimas de la esclavitud moderna son niños.

¿Cómo detener este flagelo?

Apuntando al origen y motivaciones del mismo. En 2014 la misma OIT calculaba en US$150.000 millones los beneficios que representa el comercio ilegal de seres humanos para sus controladores. Y de esa suma, US$99.000 millones corresponderían solo a explotación sexual. Finalmente, si todo se reduce a ganancias, quizás las respuestas estén en el terreno de la economía política global.


Fuentes utilizadas en este artículo:

https://elpais.com/diario/1983/09/15/economia/432424813_850215.html

https://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160316_economia_crimen_organizado_mj

https://www.elmostrador.cl/braga/2020/03/30/millones-de-mujeres-prostituidas-en-el-mundo-olvidadas-ante-el-covid-19/

https://rosanjose.iom.int/SITE/es/trafico-ilicito-de-migrantes

https://rosanjose.iom.int/SITE/es/blog/por-que-no-es-correcto-hablar-de-victimas-de-trafico

https://www.unodc.org/documents/peruandecuador/Datos/trataexpo.pdf

https://www.unodc.org/documents/toc/factsheets/TOC12_fs_humantrafficking_ES_HIRES.pdf

https://www.ilo.org/global/topics/forced-labour/lang–es/index.htm


Acerca del Autor de este Artículo

ANDRÉS FONSECA LÓPEZ

Profesional en Ciencias Sociales, Económicas y Gestión de Proyectos. Licenciado en Filosofía, estudios de Máster en Psicología y posgrados en Trabajo Social, Innovación y Emprendimiento. Especializado en Estudios del Desarrollo, Economía Política, Cooperación al Desarrollo y Derechos Humanos.


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